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Presentación
Una de las revelaciones más vitales de la pintura contemporánea
Por: Abil Peralta Agüero
El joven artista Ricardo Wagner, una de las revelaciones más vitales de la pintura contemporánea en la presente década, su talento y sensibilidad quedan patentizados como valoración crítica en la visión que, de manera excelente, planteara el destacado crítico de arte y curador Amable López Meléndez, cuando al presentar la nueva exposición de este pintor, en el catálogo de la muestra, afirmara categóricamente lo siguiente: "En efecto, la pintura de Ricardo Wagner, la luz, el color y la materia operan como signos de las energías espirituales de la cultura v la naturaleza.
En su producción reciente, advertimos un nervio pictórico diferenciado, una enérgica evolución liberadora que cristaliza en una serie de obras en las que reflexiona profundamente sobre la espiritualidad, el Cosmos, la naturaleza y lo existencial, proyectándose de esta manera como un autentico oficiante del más puro abstracionismo (...)".
Ricardo Wagner reafirmando las destrezas técnicas y conceptuales de su arte, escribe iconográficamente las experiencias y asociaciones estilísticas de su temprana maduréz, expresando la naturaleza estética de su carácter artístico apelando a lenguajes muy diversos que asume con fuerza. poder v determinación para hablar con ira no contenida sobre el drama de la condición agravada en que actualmente desvive la tierra.
Para ello siembra una aritmética metafórica de atmósferas turbulentas, sombrías y dramáticas que describe su sensible vinculación con los lenguajes de maestros universales, tan aparentemente diversos, como los pintores William Turner (1775-1851); Caspar David Friedrich (1774-1840);
Vincent Van Gogh (1853-1890) y Chaim Soutine (1893-1943)
Wagner se ha ganado la atención de los especialistas porque desde el temprano asiento de su iconografía, viene definiendo tanto la semiología cromática de su marca personal, como la sensible capacidad de instaurar belleza desde una poética de lo dramático, desbordando una fuerte carga emocional entrecruzando gamas contrastadas entre colores calientes y fríos sin llegar al pico temático de lo apocalíptico ni el tenebrismo; se trata de un artista que golpea duro, sobre todo en el centro de aquellas retinas que parecen dormir en un momento en que la humanidad entera debería estar en vigilia permanente.
